El
Mito de la Unidad Católica
Por Eric Svendsen.
Los apologistas católicos a menudo argumentan
que la sola Escritura produce un Protestantismo que está altamente dividido,
con muy poco consenso en casi nada, con frecuencia citan cifras dudosas de 25000
denominaciones protestantes hoy en existencia. Bastante a menudo, los protestantes
son caricaturizados por los apologistas católicos como que estuvieran casi en
una guerra el uno contra el otro. La solución de Scott Hahn es someterse a la iglesia católica, y de esta manera cumplir la
oración de Jesús por unidad en Juan 17 ¿Qué debemos hacer con tal afirmación?
Si la pregunta fuera simplemente sobre la
unidad, ningún evangélico tendría problema en unirse bajos los auspicios de la
iglesia católica. Desafortunadamente, la apreciación de Hahn del problema es demasiado
simplista y un poco ingenua ¿Debemos asumir que si todo el mundo estuviera de
acuerdo en hacerlo, Hahn mismo se sometería a la autoridad, vamos a decir, de
la convención Bautista del sur? ¡Es dudoso que esto fuera una razón suficiente
para que Hahn se convirtiera! Los evangélicos tienen diferencias doctrinales
fundamentales con los católicos. ¡La unidad a expensas de la verdad no es
ninguna virtud en lo absoluto! Si Hahn
cree que la unidad en creencia es la marca identificadora de la cristiandad,
entonces él debe contender con grupos tales como los testigos de Jehová y los mormones,
ambos de los cuales usan el mismo argumento para probar que ellos son la
organización divinamente señalada por Dios en la tierra. De hecho, ellos serían
capaces de ofrecer una afirmación aun mayor a la de unidad de la de Roma, porque no importa cuán unida
Roma pueda estar, ella todavía tiene su grupo de teólogos, eruditos y laicos
que disienten de una u otra afirmación del magisterio ¡Pero uno se vería en
dificultades de encontrar un testigo de Jehová disidente!
Hahn parece disfrutar el señalar a la Reforma
como la fuente de la desunión – en sus propias
palabras, anarquía- entre cristianos. La plétora de denominaciones las
cuales actualmente existe dentro del protestantismo es, en su punto de vista,
prueba de esa desunión. Sin embargo el niega que esta es la “prueba” que el protestantismo
no es bíblico, él falla en decirlo explícitamente; el hecho de que el incluye
esto en su presentación en contra del protestantismo hace difícil creer que Hahn
piense de otra manera. La pregunta es ¿La existencia de tantas denominaciones protestantes
constituye la “prueba” que el protestantismo no es bíblico? ¿Es el protestantismo
una violación de la oración de Jesús en Juan 17?
Las respuestas a estas dos preguntas dependen
de la definición que uno tiene de unidad
– Llegaremos en un momento a una definición. La pregunta más importante que necesita
ser respondida es, ¿Hahn aplica la misma medida a la iglesia católica? ¿Qué
tipo de unidad la iglesia católica realmente tiene?
La
Actual Unidad Dentro de la Iglesia Católica
La apelación constante de los apologistas
romanos a los desacuerdos doctrinales dentro del protestantismo como una señal
de su ilegitimidad está en desacuerdo con la enseñanza oficial de la iglesia católica
de que los protestantes son “hermanos separados” y un “medio de salvación.” Lo
que eso significa hasta ahora en cuanto a lo que el católico le preocupa es que
los protestantes realmente son parte de la iglesia católica que se ha separado
de Roma. Los apologistas romanos no pueden por tanto hablar de la desunión
protestante sin también hablar de la desunión romana; porque si lo hacen ellos
están contradiciendo la misma autoridad que ellos claman como infalible.
Más allá de esto, los eruditos católicos
romanos son bastantes francos sobre sus desacuerdos doctrinales dentro del catolicismo
entre la posición extrema izquierda (la posición de la mayoría de los apologistas
católicos romanos) y la posición central (la posición de la mayoría de los
eruditos católicos). El centro del desacuerdo no es solamente uno sobre la interpretación
bíblica pero uno de la interpretación de
los documentos romanos. Tal desacuerdo gira alrededor del significado preciso
del concilio Vaticano II respecto a la enseñanza de la inerrancia de la Escritura.
El texto de La Constitución Dogmática sobre la Revelación Divina (Dei Verbum) dice:
Pues, como
todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman, debe tenerse como
afirmado por el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura
enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso
consignar en las sagradas letras para
nuestra salvación. (Cursivas mías)
R.A.F. Mackenzie
señala que frase en cursiva significa que Dios aseguro inerrancia solo a
aquellas palabras en la Escritura que están relacionadas a la salvación
(ningunas otras tienen esta seguridad). Raymond Brown va más lejos cuando él hace
referencia a “limitaciones religiosas e inclusive errores” en las Escrituras.
Hahn (junto con la mayoría de apologistas católicos) sin duda adoptaría una posición
más conservadora que cualquiera de estos
dos eruditos. El punto es, que hay tanta diversidad de creencia dentro del catolicismo,
inclusive respecto a afirmaciones oficiales de la iglesia católica como la hay
en la iglesia evangélica respecto a la interpretación bíblica.
Otra creencia
digna de mencionar aquí es la teoría partim partin de la revelación divina promovida
por algunos ultraconservadores dentro del catolicismo. Esta creencia la cual
tiene su base en el concilio de Trento, mantiene que la revelación divina debe
ser hallada parte en la Escritura y parte en la tradición. “Esta verdad y disciplina se contiene en los libros escritos y las tradiciones no escritas”. El erudito católico John Mchugh observa que “durante
la primera parte del siglo veinte, la interpretación más comúnmente aceptada (de
estas palabras del concilio) fue que “estas tradiciones no escritas”
mencionadas en los decretos diferían en contenido
de la las Sagradas Escrituras” (Cursivas mías). La mayoría de católicos hoy
cree en la suficiencia material de la Escritura, y que la tradiciones no Escriturales
no difieren en contenido de la Escritura
y que no hay tradición católica que no encuentre su base en la Escritura. Pero
esta creencia no es obligatoria en el católico, las palabras de Trento se
prestan así mismas igualmente bien a cualquiera de las dos posiciones y el católico
es libre de escoger una creencia en vez de la otra – resultando, por supuesto, en
que los católicos romanos sostengan
creencias contradictorias sobre la revelación divina.
Entre el bufet de creencias entre las
cuales escoger en el catolicismo romano, están: (1) si el registro de la creación
en Génesis 1 y 2 debería ser interpretado
literalmente o místicamente, (2) si
deberíamos o no creer que Jonás fue realmente tragado por un pez, (3) la rama
de la predestinación que nosotros
deberíamos suscribirnos (hay tantas como cuatro), (4) si deberíamos creer o no
que la Biblia contiene errores (5) si María
debe o no ser vista como Mediadora de todas las gracias, y si (6) y si ella
debería ser vista a lado de Cristo dando cara a la iglesia o al lado de la
iglesia frente a Cristo, (7) si el Vaticano II debería o no ser considerado un
concilio infalible (el cual invita a la
exegesis moderna, acoge al protestantismo y a las iglesias ortodoxas como iglesias cristianas y reemplaza el uso
de la fuerza en la propagación de la fe), o (8) si deberíamos en cambio creer
en Pio X’s Pascendi Dominici Gregis
(el cual condena la exegesis moderna), Bonifacio VIII’s Unam Sanctam (la cual excluyo a todos los no católicos de la
salvación) y el cuarto concilio de Letrán (el cual ordeno a los católicos a exterminar
a los no católicos a no ser que ellos se retractaran), (9) si nosotros
deberíamos creer ahora en la evolución
(como lo hace el papa), o la creación especial, (10) si la revelación divina
viene en parte en la Escrituras y en parte en la tradición oral, o si toda la
tradición tiene su base en la Escritura, (11) si la infalibilidad solamente se
extiende a las declaraciones ex cátedra
del papa y los concilios ecuménicos, o si los sínodos tales como Hipona y
Cartago son también infalibles, (12) cual tipo de texto griego (Bizantino o Ecléctico)
es el correcto manuscrito griego detrás de los documentos del Nuevo Testamento,
y (13) ¡si el actual papa es un legítimo papa o no!
Añada esto a las profundas divisiones entre
la diferentes sectas dentro del catolicismo, una de esas puede ser encontrada
entre Catholic Answers de Karl Keating
y el Centro de San Benedicto — el
ultimo mencionado ha lanzado repetidamente un desafío de debate a Keating sobre
el tema de Extra Ecclesiam Nulla Sallus
(“fuera de la iglesia no hay salvación”). Diferencias similares de opinión
sobre la enseñanza católica pueden ser halladas entre Keating y su una vez
asociado Gerry Matatics y entre Fr.
Peter Stravinskas y ¡casi en todos aquellos que escriben a su publicación con
una pregunta¡ La organización apologética católica St. Joseph Comunications
(Comunicación San José) señala las profundas diferencias entre católicos en su comprensión
del Nuevo Orden de la Misa Definida en Vaticano
II y abiertamente admite que los católicos están teniendo un tiempo
difícil “tratando de entender lo que el Vaticano
II enseño sobre la reforma litúrgica… ya que los documentos son vagos y son usados
por todos los grupos para justificar sus propios programas”. Estas solo son
algunas de la diferencias en creencias que uno puede encontrar dentro del
Catolicismo Romano hoy, y es abundantemente claro que el “interpretador infalible”
es para todos los propósitos prácticos funcionalmente inútil, porque aunque él
puede hacer una decisión infalible sobre cada una de estas disputas, el elige
no hacerlo.
A la luz de todo esto, uno queda
rascándose la cabeza sobre lo que Hahn quiso decir con “unidad católica” ¿Se refería
el a estar de acuerdo en creencia? Si es
así ¿Creencia en qué? ¿Estar de acuerdo en la interpretación de cada pasaje de
la Escritura? Claramente este no puede ser el caso, ya que inclusive dentro del
catolicismo hay un número de interpretaciones en conflicto entre eruditos
respecto a muchos pasajes de la Escritura. ¿Él se refiere a unidad en doctrinas
esenciales; eso quiere decir, doctrinales las cuales el magisterio ha declarado
esenciales para la salvación? Si ese es el caso, entonces la unidad católica
puede difícilmente ser distinguida de la unidad protestante evangélica, porque
el evangelicalismo histórico también reconoce y sostiene las creencias esenciales
para la fe. Los eruditos protestantes liberales que rechazan estas cosas esenciales
ya no pueden ser usados como un argumento en contra de la unidad evangélica
histórica que lo que su contraparte liberal católica es sostenida en contra de la unidad católica.
¿Entonces a que se refiere Hahn? ¿Él se refiere cuando menciona unidad que los
católicos están unidos en sumisión a la autoridad del papa? Si es así, entonces
los evangélicos pueden ser difícilmente acusados de desunión en su sumisión a
las Escrituras, una autoridad a la cual inclusive el papa debe someterse. Si
esto es a lo que Hahn se está refiriendo al hablar de unidad católica, entonces
unos cuantos comentarios sobre ese tipo de “unidad” están en la orden.
Primero, Hahn parece estar confundido
sobre lo que unidad es. Insistir a tus seguidores que deben obedecer o correr
el riesgo de eterna condenación no es unidad, pero es uniformidad (o, ciertamente,
conformidad -- quizás inclusive coerción) argumentar bajo estas circunstancias
que la unidad de creencia equivale a unidad bíblica es realmente muy ridículo. En ese caso, los mormones y los
testigos de Jehová tienen aún más derecho
a reclamar este tipo de unidad “bíblica”
-- y, por cierto, ¡Eso es lo que ellos reclaman! Si Hahn argumenta que cada
católico está de acuerdo sobre el significado sobre cada pasaje de la Escritura
para el cual hay una enseñanza oficial de la iglesia (lo que nosotros ya hemos
visto que no es el caso – inclusive su hubo una enseñanza oficial en el significado
literal del cualquier pasaje de la Escritura), entonces la unidad a la cual Hahn
se refiere es redefinida. Los evangélicos
podrían también tan fácilmente señalar
pasajes de las Escrituras, la interpretación de los cuáles todos los evangélicos sostendrían. Entonces ¿Esto “prueba” la
unidad evangélica? El hecho de que
tantos evangélicos pueden adherirse a creencias tan similares por sus propias voluntades es de infinitamente mayor valor como “prueba”
de unidad que lo que cualquier unidad coercitiva católica podría tener la
esperanza de serlo.
Si este es el tipo de unidad al que Hahn
se refiere, entonces Hahn tiene más en común con los católicos nominales ---
quienes asisten cada domingo a la iglesia, asienten mentalmente a las enseñanzas
de la iglesia católica, pero se encuentra envuelto en deplorable inmoralidad
durante el resto de la semana -- que con
el evangélico quien ha comprometido su vida a Cristo. ¿Es esta realmente la
verdadera unidad pretendida por Cristo en Juan 17? Difícilmente. En cambio, es una unidad espiritual
entre los cristianos lo que Jesús tenía en
mente. Esta unidad tiene que ver con un ferviente amor el uno por el otro, un
estilo de vida común y una filosofía de la vida, una ciudadanía eterna y una
meta eterna en común. Muchos que mentalmente asienten a estas coas serán
excluidos por no abrazarlas de todos corazón (Mateo 7:21-23). De otro lado, las
diferencias en creencias en asuntos no esenciales no excluyen a nadie. La
unidad institucional no podría estar más lejos de la idea de Jesús en cualquier
caso.
Hay un último punto que necesita ser mencionado
para poner las cosas en la perspectiva correcta. Para todas las sutiles y
secundarias diferencias en el evangelicalismo, debe insistirse que ninguno de
estos se compara con las profundas divisiones dentro de la cristiandad por las
cuales la iglesia católica es responsable.
Es muy posible, que la obstinada
arrogancia de la iglesia católica que históricamente se ha rehusado a la corrección
y se ha puesto a sí misma como juez sobre todo lo que ha sido causa de mayor
división hasta le día de hoy-- desde el
gran cisma entre el Este y el Oriente, hasta el cisma de la reforma (la cual realmente
fue causada por un magisterio católico inmoral que se rehusaba a la corrección bíblica),
hasta (mas recientemente) el cisma que guio la formación de la Vieja Iglesia Católica
como resultado de la definición papal sobre la infalibilidad en 1870. Son por
tanto las acciones de la iglesia católica – no el protestantismo, no la iglesia
ortodoxa, la iglesia Católica Vieja las que necesitan rendir cuentas.
Es triste que la iglesia católica parezca
estar ciega a este hecho, que toda la
cristiandad, con una voz se pone en contra de la idea de la primacía católica, excepto
por la iglesia católica misma. Es irónico que la iglesia católica pueda hablar de
desunión dentro del evangelicalismo cuando, en realidad, son las creencias no
bíblicas de Roma (tales como la infalibilidad del papa y del magisterio, la primacía
de Roma, y muchas creencias marianas) impiden la reunión con la iglesia ortodoxa,
el protestantismo y los viejos católicos – y en resumen, el mundo de la cristiandad como
un todo. Es Roma la que está separada, no el resto de nosotros.
Notas
211 Esta cifra – usualmente sugerida como
20000, 23000, 24000, o 25000 varía dependiendo de qué apologista católico la
dice. Yo personalmente he pedido la fuente de esta cifra a varios apologistas
católicos, incluyendo a Patrick Madrid y Bob Sungenis y hasta la fecha nadie ha
sido capaz de proveerme una fuente precisa para estas cantidades. Algunos han
hecho alusión al Concilio Mundial de Iglesias como la fuente; pero ni siquiera
aquí la información bibliográfica fue provista cuando la pedí. Además, aun si
la cifra es precisa, uno debe preguntarse como la palabra “protestante” y “denominación“
están siendo definidas. ¿Esto incluye todos los cuerpos no católicos que
reclaman ser cristianos? Si este es el
caso, entonces no es de extrañarse que la cifra sea tan alta -- ¡el número de
las sectas existentes debe ser por lo
menos este! Pero, por supuesto, esto es muy diferente del número de denominaciones
protestantes evangélicas en existencia hoy, y el repetido intento de los apologistas
católicos de usar esta cifra como argumento en contra de la unidad evangélica
es en el mejor caso irresponsable y en el peor engañoso.
212 Como notamos en un capitulo anterior,
los apologistas católicos hablan libremente de las divisiones en la iglesia protestante,
la influencia liberal, y el “conflicto” entre denominaciones (cf. Tim Staples, Asombrado por la Verdad, 219; Bob Sungenis, ibid., 119); sin embargo cada uno de estas descripciones
puede ser aplicada con igual fuerza a la misma iglesia católica. Las
diferencias que existen entre la mayoría de las denominaciones evangélicas son
del mismo tipo que las diferencias encontradas entre los Ritos, Órdenes, y
otras creencias de la iglesia católica. Además, la erudición católica están
plagada por el liberalismo como esta su contraparte protestante (aunque lo
mismo no puede ser dicho del evangelicalismo). En lo que se refiere al
“conflicto”, uno simplemente tiene que leer cualquier tema de “Catholic
Answers” para hallar ejemplos de los conflictos del padre Stravinskas con otros
sacerdotes acerca de puntos de dogma y costumbres (ver e.g., Vol 7/Numero 4, p.
24 o Vol. 7/ Numero 6, p.19-20). Ciertamente, todos los concilios mayores de la
iglesia católica (incluyendo Trento) estuvieron llenos de “conflictos”, y raramente
ha habido consenso en decisiones alcanzadas en estos concilios aun después que han
sido aplazados. Ver, e.g. el dialogo durante el Vaticano I en el cual algunos
de los obispos fueron escuchados diciendo
sobre su oposición “El es
Lucifer, anatema, anatema,… Él es otro Lucifer, que sea sacado” (citado en
Kung, 126, 127).
213 Bob Sungenis (“De la Controversia a la
Consolación,” Asombrado por la Verdad)
lo cree así. El compara la “rebelión” protestante a los israelitas que se
rebelaron contra Moisés en el desierto. (131-132). La diferencia, por supuesto,
es que Moisés no estaba envuelto en adulterio,
indulgencias, idolatría, y otras corrupciones cuando los israelitas se
le opusieron — la iglesia católica está envuelta en todo esto cuando la reforma
protestante se le opuso.
214 Catecismo,
Art.818, 819.
215 Capitulo III, Sagrada Escritura, Su Inspiración
e Interpretación Divina, 1.1, 4-5.
216 Fn 31, edición Abbot, citado en el Catolicismo
Romano, 98.
217 Ibid., 99.
218 Marshner (“What Still Divides Us?”)
minimiza esta acusación en contra de la iglesia Católica aseverando que hay “manzanas
malas” dentro de la iglesia católica que aún no han sido reprobadas. Pero si el
papa mismo no ha clarificado este asunto de modo que sus palabras y aquellas
del concilio pueden ser interpretadas en una variedad de maneras, entonces ¿En
que se basa Mashner al calificar a los eruditos católicos de izquierda y centristas
de “malas manzanas”? ¿Cómo puede el tener certeza de que es el quien tiene la interpretación
correcta de la enseñanza oficial católica y que los liberales están en error?
¿Cómo puede estar el seguro que él no es una “manzana mala”?
219 El
Decreto Concerniente a las Escrituras Canónicas, Cuarta Sesión, Concilio de
Trento.
220 La
Madre de Jesús en el Nuevo Testamento (Garden City: Doubleday, 1975),
xxxii.
221 A pesar de que uno encuentra dificultades
en hallar una pisca de creencia, respecto a la Asunción de María, la Inmaculada
Concepción p, y la infalibilidad del papa.
222 Irónicamente -- y aparentemente inconscientemente
– la mayoría de los apologistas católicos vacilan de una posición a otra
dependiendo en qué punto ellos quieren hacer. Por ejemplo, en un debate con
James White, Patrick Madrid asevera sostener la suficiencia material de la Escritura,
insistiendo que la Escritura contiene todas las enseñanzas necesarias para la
salvación y se explaya para asegurarse que nosotros no comprendamos mal la “posición
católica” (“Does the Bible teach Sola Scriptura?” disponible en Reformation
Press). ¡Sin embargo, sorprendentemente en el mismo debate, el señala al canon
de la Escritura como el ejemplo de una enseñanza esencial no contenida en la Escrituras!
223 La Comisión Pontifical Bíblica de 1909
declara: “Génesis 1-3 es histórico, no una narración de ficción o mitológica,
tampoco derivada de mitologías paganas, ni tampoco son alegorías, ni parte historia y parte ficción.” Sin embargo,
los eruditos católicos centristas, están convencidos que Vaticano II, concedió
libertad para usar métodos críticos para
interpretar las Escrituras. Ciertamente, a la luz del apoyo reciente de Juan
Pablo II a la teoría evolucionaria (la
cual requiere una lectura mítica del registro de Génesis) es difícil estar en
desacuerdo con estos eruditos.
224 Esto es según al católico apologista Dave
Armstrong, de un debate en Internet sobre la lista Sola L.
225 Cf. “Para Los Hombres de Pensamiento y
Ciencia”, Mensaje Finales del Concilio.
226 Constitución Dogmática sobre la
Iglesia (Lumen Gentium).
227 Declaración sobre la libertad
Religiosa.
228 Bob Sungenis, por ejemplo, cree que el
texto Bizantino es el texto correcto mientras que las mayoría de sus colegas católicos
se adhieren al texto Ecléctico.
229
El siguiente texto apareció en la página web del Centro San Benedicto:
Un Desafío Abierto a Karl Keating: Octubre
26, de 1995, el Centro de San Benedicto envió un desafío de debate a Karl
Keating, de Catholic Answers. Nosotros mantenemos que, aunque él tiene la reputación de ser un
conservador, el señor Keating es, de hecho, bastante liberal. Esto es por su
consistente negación de Extra Ecclessiam Nulla Salus. Después de una seria de
intercambios de correos electrónicos, el señor Keating se retiró del debate,
mientras persistió calumniando a nosotros y a nuestra posición doctrinal en su
publicación, Sobre esta Roca (sic). Un miembro de su equipo también repentinamente
se salió de un debate similar, mientras nosotros estábamos arreglando los
detalles. Nuestro desafío al señor Keating decía, en parte “…nosotros le desafiamos
a debatir con nosotros, en Internet, en lo referente al tema de Extra Ecclesiam
Nulla Salus, la doctrina de Fe que nuestro Fundador defendió y que usted
rechazo en sus publicaciones. Ambos podríamos llegar a un acuerdo en poner una
fecha la cual nos daría tiempo para publicitar el evento para sus seguidores y
los nuestros.” Más de un año ha pasado del desafío original, y el intercambio
de correos electrónicos y otra información que había posteado bajo el título
“Los Archivos de Keating” me pareció un
poco fuera de tiempo. Por el momento, solo dejaremos posteado este simple desafío
a Karl Keating, extracto de una respuesta a un editorial en la cual el público
sobre nosotros. Este desafío, diferente del original, esta sin respuesta por más
de un mes y medio: “Me gustaría a terminar esta ya largo intercambio con otro desafío
a Karl: ¿Usted debatirá? El personal, el formato, y el exacto protocolo a
seguir son negociables, como fueron desde un principio… ¿Lo hará usted? Usted
puede enviar un correo a Karl para
sugerirle que él debata con nosotros. Si lo hace, por favor dele nuestro nombre
y dirección de correo electrónico, de tal manera que usted pueda obtener una
repuesta de él.
230 Ver la Página de Catholic Answers para los detalles de esto.
231 The Catholic Answer, una publicacion bimestrial
de Our Sunday Visitor, Huntinton, IN.
232 Este texto apareció en un anuncio
colocado en The Catholic Answers , 10
, 3 ( July/August 1996): 61.
233 Algunos apologistas católicos no dudaran
en gritar faul a la sugerencia que el papa ha sido utilizado de esta manera. Pero
su objeción seria injustificada. Mientras que yo estoy bien consciente que los
apologistas católicos dicen que es solo
una protección negativa contra el error, y que eso no implica, por ejemplo, que
el papa siempre será bueno en un examen de matemática, esta parece ser su nueva
respuesta ante la mencionada sugerencia. ¿Porque no podríamos pedirle al papa
que sea de arbitro en todas las disputas teológicas dentro de la iglesia? Si la
infalibilidad garantiza que el papa no errara en ningún pronunciamiento oficial
ex cátedra, entonces porque nosotros no podríamos presionar en el tema? ¿Porque
no dejar al papa que pase un día (una semana o un mes) simplemente declarando,
afirmaciones ex cátedra sobre todos
los asuntos de disputa y terminar con ellos de una vez? Después de todo, la infalibilidad garantiza
que el no errara en la capacidad oficial. Técnicamente, entonces, no puede ver objeción
a este requerimiento.
El apologista católico que objeta en esta situación
es culpable de tener una posición sobre la infalibilidad papal que no refleja
con precisión los aspectos positivos de la proclamación papal dados en Vaticano
I. El texto declarara que el papa es infalible, “cuando habla ex cátedra; eso es, cuando cumple el
cargo de Pastor y Maestro de todos los cristianos – en su suprema autoridad Apostólica
el define una doctrina concerniente a la fe y moral para ser sostenida por la
iglesia universal.” No hay nada en esa
definición que excluya al papa de arbitrar todas las disputas teológicas. Ni
tampoco es simplemente una protección negativa (no que eso importaría en
nuestra situación hipotética – todo lo que le estamos pidiendo al papa es que
hable; si él es infalible entonces el seria negativamente protegido del error y
nosotros hubiéramos avanzado en nuestra búsqueda teológica.), pero también es una
protección en contra del error cuando el positivamente
“proclama” una doctrina. Tampoco es
irrelevante que los apologistas católicos no lleven la infalibilidad a su
conclusión lógica. (i.e., pedir clarificación en cada disputa teológica). Ese
hecho no milita contra la noción de que el papa, siendo infalible, debería ciertamente
ser capaz de hacer esto. Simplemente no hay objeción razonable o lógica a esta
demanda.
234 Cf. 1 Cor.1:13-15 y 11:17-18 es un
ejemplo clásico de desunión eclesial en el Nuevo Testamento. Sin embargo tiene
que ser admitido que desunión por discusiones es malo, ¿Hahn realmente quiere
argumentar que la iglesia de Corinto ceso de ser la “verdadera iglesia”
simplemente porque diferían en sus opiniones?
235 Esto es ampliamente ilustrado por el
cisma en el Antiguo Testamento entre tribus del norte y del sur por la mala
decisión de Roboam (1Reyes 12). En el esquema católico, no puede haber más de
una institución de Dios visible y unificada ya que el cisma es una marca de
ilegitimidad. Sin embargo es innegable el caso de que Dios no solamente trabajo
a través de ambos el reino del norte y el reino del sur durante diferentes fases
en la historia de Israel ¡Pero en primer lugar decreto el cisma! (1 Reyes
11:11-13; 29-39)! Tanto como a cada reino alguna vez le hubiera gustado ninguno
de los dos pudo reclamar derechos exclusivos a Yahveh. Si el apologista
católico insiste que debe haber unión institucional para poder ser legítimo, él
también debe decirnos cuál de los dos reinos constituyo el “verdadero” Israel.
Ya habiendo sido dada la definición católica de una iglesia dividida,
ciertamente no pudieron haberlo sido los dos.
Tradución:
Marcos Zuñiga.
Me gustaría añadir que a los católicos se les enseña que cada denominación protestante reclama ser exclusivamente la verdadera iglesia (tal como lo hace la iglesia católica) y que nadie puede ser salvo a no ser que pertenezca a esa iglesia. Lo cual es totalmente falso. Me gusta lo que dijo Boettner “Ya sean llamados bautistas, metodistas, presbiterianos o no, todos pertenecen a un cuerpo, la iglesia de Cristo. Así como los Estados Unidos cuentan con 50 estados los cuales todos tienen diferentes nombres y gobiernos locales, sin embargo todos pertenecen a una sola nación.”
ResponderBorrarPor favor antes de comentar leer CON CUIDADO el articulo posteado. Es el único requisito.
ResponderBorrarÓtimo artigo Marcos.
ResponderBorrarSucesso nesse projeto!